sábado, 10 de enero de 2009

El sistema total

Josep Ramoneda reseña en El País el nuevo libro de Sheldon S. Wolin, Democracia S.A. La democracia dirigida y el fantasma del totalitarismo. El totalitarismo invertido, a diferencia del clásico, nace de una evolución dirigida, y su objetivo es la desmovilización de las masas desde el poder hasta devolverlas al estado infantil. El fin último consiste en crear un sistema político en el que el papel de la ciudadanía se reduce exclusivamente al momento del voto. La democracia dirigida que EEUU intenta exportar al mundo es una unión del poder corporativo y el poder gubernamental, lo que se ha llamado corporatocracia. Su pretensión es la desmovilización ciudadana, atemorizarla y desocializarla, la privatización de las funciones y los servicios públicos, la implementación de políticas económicas destinadas a beneficiar a las élites y un desprecio a las políticas sociales.

Así, el poder corporativo se politiza más y el poder del Estado se orienta más al mercado. El objetivo es imponer una determinada idea de la realidad. Según Wolin "en el fondo, mentir es la expresión de una voluntad de poder. Mi poder aumenta si una descripción del mundo que es producto de mi voluntad es aceptada como real". Que así no sea.

1 comentario:

  1. qué pasa iván, me alegra que te hayas decidido a introducirte en este mundo de la blogosfera...tenemos que quedar y meterle caña al cabrero.. un saludo

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